Por Anibal Feiteira
Este inicio del 2023 va a ser movidito con algunos de los lanzamientos más esperados y también con otros títulos que quizás no llegan a tener la repercusión a gran escala, pero como dije en el título, Atomic Heart, es un videojuego para todos PC, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X/S
Durante las ultimas pruebas pudimos pasarlo y en este texto vamos a contarte lo que nos ha parecido, el buen hacer de Mundfish para construir un universo distópico ambientado en la Unión Soviética y también la falta de decisión del estudio chipriota al que se le nota que aún debe decidir su propio camino, algo perfectamente entendible en su primer videojuego.
Gráficos muy reales
Si por algo destaca Atomic Heart es, tal y como hemos dicho hace unas pocas líneas, por la ambientación que Mundfish ha creado, una Unión Soviética a priori idealizada, muy avanzada a nivel tecnológico y en la que la población y los dirigentes apuestan por convertirse en uno con la idea de mejorar el mundo aunque, lo que no saben, es que hay personas ebrias de poder que tiene oscuros planes detrás de todo esto y que, sus robots, están a punto de revelarse y provocar una tragedia jamás vista por la humanidad.
La trama es bastante buena durante toda la partida y, más que la propia historia (que tiene algunos fallos a nivel de narrativa y que nos ofrece una introducción de 40 minutos sin apenas jugar, demasiado), lo que nos ha gustado es el fantástico mundo que se ha creado y que es una base genial para próximos títulos en los que creemos que el estudio chipriota puede brillar mucho más que en Atomic Heart. Los personajes sí que podrían ser un poco más carismáticos, durante toda la partida nos acompañará un guante parlanchín que en ocasiones puede ser un poco pesado (no se calla ni debajo del agua haciendo que probablemente un buen personaje se convierta en un plasta) y también hemos notado que han querido tener un aire un poco gamberro al estilo Wolfenstein, pero el Agente P-3 no es B.J. Blazkowicz y hay momentos… bueno, muy particulares.
Las mecánicas de disparos cumplen pero tampoco son el no va más, por lo que no esperes quedarte con una sonrisa en la boca al superar una zona llena de monstruos tal y como ocurre en Doom o disfrutar de un apuntado y disparo tan satisfactorio y agradable como en juegos como Destiny o Call of Duty, simplemente, están ahí, cumplen su función y nos permiten liquidar a los enemigos que apuestan más por la fuerza bruta y la acumulación que por un comportamiento medianamente inteligente, aunque aquí tiene disculpa porque, a fin de cuentas, son robots. Por cierto, los combates contra los jefes finales son más espectaculares a nivel visual que difíciles en lo mecánico, apostando más por tener mucha vida para que sean difíciles de derrotar que complicados a nivel jugable, siendo una lucha más de desgaste que otra cosa.Por cierto, todo esto llega aderezado de los poderes que nos otorga ese guante parlante del que os hablamos antes y que nos permiten evolucionar a nuestro personaje recogiendo una extraña sustancia. Aquí tenemos varias opciones como golpes electrizantes, escudos… o un poder de telequinesis que nos permite elevar a nuestros enemigos e incluso hacerlos estrellarse contra el suelo y que puede mejorarse hasta ser prácticamente abusivo y facilitar bastante los combates más tradicionales, aunque de poco servirá para la mayoría de los enfrentamientos contra los jefes. Por suerte, podemos volver atrás sin coste alguno a la hora de personalizar las mejoras, permitiéndonos retocar nuestro personaje para combates específicos.
Por lo tanto, hasta ahora estamos ante un shooter con toques de rol e incluso supervivencia que no tiene muy claro qué quiere ser, pero que cumple bastante bien en todos sus aspectos y que sobresale precisamente en aquello en lo que a muchos títulos les suele costar destacar que es en su diseño de niveles.
Todo este buen diseño artístico, de los puzles y de algunas localizaciones contrasta sin embargo con otros momentos demasiado sencillos en los que se abusa de mandarnos a un punto a hacer algo, completarlo, y resultar que necesitamos recolectar otras tres o cuatro llaves, piezas o lo que sea para seguir avanzando, algo que nos choca debido al nivel sobresaliente que tiene a nivel de diseño en otras áreas.
Un mundo abierto
En cuanto a nuestras pruebas, hablamos de que Atomic Heart tiene una especie de mundo abierto, aunque no estamos ante uno de esos mundos abiertos tradicionales, sino que es un mundo abierto de transición que nos sirve de nexo de unión para ir viajando entre las zonas principales… ofreciéndonos por el camino algunas zonas secundarias que esconden planos para mejorar nuestras armas, mazmorras y algunos puzles de lo más interesantes.
El detalle es que este mundo abierto, que al principio puede abrumar por la cantidad de robots y cámaras de seguridad que podemos ver a nuestro paso (sí, Atomic Heart también tiene su punto de sigilo… que no funciona demasiado bien) pero que se rompe con mucha facilidad, ya que si no atravesamos las zonas principales por la carretera y decidimos rodear un poquito nos encontraremos con zonas vacías en la que es fácil esquivar a los enemigos y, simplemente, huir hacia adelante. Esto por un lado está bien para aquellos jugadores que quieran centrarse en la campaña principal, pero se podía haber hecho todo con un poco más de brío o reducir el tamaño para ofrecer algo más redondo. No es un mundo abierto que esté mal y es de transición, por lo que no puede compararse ni mucho menos a Far Cry o Assassin’s Creed ya que no pretende ser eso, pero parece ser algo más hecho por completar una lista de tareas de cosas que debe tener un juego hoy día que algo que realmente case con el resto del juego, aunque, como decimos, hay ciertas zonas aisladas o mazmorras secundarias muy interesantes.
Unos buenos gráficos y un buen rendimiento en todo tipo de PC
Atomic Heart a nivel técnico, estamos ante un juego que se ve muy bien gracias a un buen hacer de Mundfish a nivel de diseño, con varios trucos y buenas decisiones en la paleta de colores o iluminación que hacen que el título se vea bien, muy bien a nivel visual, sobre todo cuando visitamos algunas zonas que están tan bien diseñadas a nivel artístico como nos encontramos. Se trata de un juego que entra por los ojos y que a veces usa efectos un tanto exagerados para ser más espectacular, algo que notarán los jugadores más veteranos, mientras que hay otros puntos como los modelados del pelo, las caras o las reacciones faciales que no brillan tanto en este Unreal Engine 4.
Entrando en el rendimiento, hemos probado Atomic Heart con dos ordenadores, el primero nuestro equipo de pruebas habitual con una gráfica NVIDIA GeForce RTX 4080 en compañía de una CPU i9-11900K, 64 GB de memoria RAM, almacenamiento SSD y Windows 11 pudiendo jugar en el modo "atómico" por encima del ultra en resolución 1440p a unos 80/90 FPS con DLSS 2.0 en modo calidad, subiendo a más de 110 FPS en modo Ultra (incluso cerca de 144 en zonas cerradas). Además hoy mismo, con el lanzamiento del juego se integrará DLSS 3 para mejorar aún más el rendimiento con gráficas compatibles y estamos a la espera de las prometidas tecnologías de trazado de rayos en tiempo real exclusivas de la versión de PC que aún no están presentes.
Por otro lado también hemos jugado con una gráfica más veterana, una NVIDIA GeForce RTX 1070 Ti junto a un procesador 9 5900X, 32 GB de RAM, almacenamiento SSD y también Windows 11, pudiendo jugar en esta ocasión a 1080p y unos 120/144 FPS con gráficos en medio, nada mal teniendo en cuenta que esta GPU, a pesar de que era de gama media/alta, se lanzó hace ya 6 años por lo que esperamos un buen rendimiento en todos los equipos que cumplan con los requisitos mínimos y recomendados en PC.
Eso sí, Atomic Heart no está exento de fallos y durante nuestro periplo con el juego nos hemos encontrado con varios. El más grave, un error que nos hizo tener que reiniciar nuestra partida tras aproximadamente 5 horas de juego con todo lo que ello conlleva y que esperemos que no se reproduzca en esta versión final. De forma muy puntual también nos hemos encontrado con la pantalla congelada un par de segundos para luego seguir todo de forma habitual (habrán sido 2 o 3 veces en 22 horas) y también hemos visto algunos fallos ya de menor importancia que es probable que se hayan solucionado con el parche de lanzamiento.
En cuanto al sonido, aquí el mejor punto es su banda sonora, con interpretaciones de algunas canciones muy famosas tanto de la música clásica como de la electrónica, con una melodía espacial que nos puso los pelos de punta. Por otro lado, el doblaje al castellano está muy bien, tal y como lo están los textos totalmente traducidos a nuestro idioma.
Pero Mundfish también ha sabido construir un mundo muy especial, un universo sobre el que esperamos que podamos vivir otras aventuras, destacando por encima de la media en el diseño de algunos escenarios a nivel artístico o en su habilidad para crear puzles bastante imaginativos, algo que desde luego no esperábamos de un título como este y que ha sido precisamente lo mejor y más satisfactorio del título.
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