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Durante el inicio de la de la Segunda Guerra Mundial, el Imperio Británico intento extenderse por todo el mundo. Los británicos, sabiendo que tienen una isla con recursos limitados, tuvieron que crear y mantener una gran flota para proteger sus comunicaciones con las colonias y más sabiendo que el imperio del Tercer Reich cada vez ganaba cada vez mas terrero en el norte de frica.
Para mediados de la SGM, la Royal Navy estaba compuesta por un gran número de cruceros con alta resistencia al combustible.
Para mediados de la SGM, la Royal Navy estaba compuesta por un gran número de cruceros con alta resistencia al combustible.
La armada británica tuvo un cambio drástico durante los seis años de guerra. En especial por las grandes perdidas obtenidas en su lucha por el control de los mares, debido que los Uboats alemanes, causaban cada vez mas estragos.
Las fuerzas de los cruceros se mantuvo en un nivel previo a la guerra, los acorazados como el antiguo orgullo de la Mistress of the Seas, fuero perdiendo importancia y quedaron resagados por otros tipos de barcos.
Los destructores, fueron los caballos de batalla de la martina británica, su producción aumentó en un 50% a pesar de las enormes pérdidas antes los submarinos alemanes.
No obstante viendo el desempeño de los submarinos enemigos, y viendo el nivel de eficacia, comenzaron a tomaron una posición importante en la composición de la armada.
Las fuerzas de los cruceros se mantuvo en un nivel previo a la guerra, los acorazados como el antiguo orgullo de la Mistress of the Seas, fuero perdiendo importancia y quedaron resagados por otros tipos de barcos.
Los destructores, fueron los caballos de batalla de la martina británica, su producción aumentó en un 50% a pesar de las enormes pérdidas antes los submarinos alemanes.
No obstante viendo el desempeño de los submarinos enemigos, y viendo el nivel de eficacia, comenzaron a tomaron una posición importante en la composición de la armada.
Por otro lado, otro nuevo caballo de batalla surgió en primer plano: los portaaviones. Los británicos realizaron plenamente su potencial, y durante la campaña de 1939-1945 el número de naves con capacidad para aviones se multiplicó por ocho y casi excedió el número de cruceros. A la final para nada!
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